Muchas veces hemos escuchado hablar del pensamiento crítico, de lo importante que es pensar críticamente. Ahora... ¿Qué hay de bueno en criticar algo por demostrar un descontento, o por sentirse disconforme con un acontecimiento, acción o relato? Lo que se propone es ser inteligente, es decir que se pueda ver la realidad como es, de una manera desglosada, partida, segmentada, donde queden expuestos los aspectos positivos y negativos, las cosas naturalizadas, las acciones intituidas y las instituyentes.
Ese es el nuevo desafío que me propongo y les propongo, no sólo ser crítico por ser un reo o por demostrar disconformidad, sino poder dar cuenta de esas cosas que pasan en la vida cotidiana de la manera en que realmente suceden. No naturalizar cosas que nos hacen reproducir, sino poder verlas de otra manera, ser inteligentes, ser pensantes, ser reflexivos.
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