1 de septiembre de 2008
El salario emocional
Navegando por páginas de comunicación organizacional me topé con una entrevista a Rosana Pereira, consultora en Psicología y Formación Empresarial, que me pareció muy buena. Si bien lo que aborda no es algo innovador, es un tema en auge del que mucho se habla pero que son muy pocos los casos que lo llevan a la práctica.
Si bien no expondré la totalidad de la misma, acá les dejo algunos pasajes que considero interesantes. La misma hace hincapié en las condiciones laborales a cumplirse para que el empleado desempeñe sus tareas de manera plena.
"El mantener a los empleados en una área de trabajo que no les satisface y el no cumplir con sus necesidades tanto físicas como emocionales, produce fácilmente la deserción laboral", indicó.
El trabajador se esfuerza por ser el mejor del departamento... el estar insatisfecho con su puesto y con la atención que la empresa le brinda, ocasiona que el trabajador se incline hacia otras ofertas laborales. La empresa debe cumplir con las necesidades específicas de cada trabajador, y son los directivos quienes tienen que demostrar buenas dosis de humanidad e inteligencia emocional, aseguró.
Un empleado motivado, con una actitud positiva en su trabajo y comprometido con lo que hace, está menos predispuesto a abandonar la empresa, porque su vinculación con ella es mayor.
Aunque el sueldo es un beneficio importante, los empleados necesitan también bienes intangibles, por lo que la empresa debe de encontrar soluciones para lograr la retención y fidelización de sus mejores empleados, expresó Pereira.
Entre los factores que influyen en la motivación del empleado fuera del estándar económico está: la formación de la empresa, el conocimiento de lo que se espera de él cada día y la calidad de la relación con su superior inmediato. Así como el poder contribuir en otras áreas de la empresa, las oportunidades de ascenso y promoción, retos profesionales, ambiente laboral agradable, libertad, seguridad y poder expresar sus ideas y sugerencias detalló.
Además manifestó la necesidad de una equidad entre el resto de sus compañeros, la planificación de la carrera profesional, el reconocimiento de sus logros por parte de la dirección y el considerarse recompensado, reconocido y apreciado.
Finalmente resaltó que el reconocer el comportamiento y desempeño de los empleados se traduce en efectos tangibles y positivos al ampliar los niveles de satisfacción y retención. Así como al mejorar la rentabilidad y productividad de la organización a todos los niveles y a un bajo coste.
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