Hubo un tiempo en que se hacían coches para durar toda la vida. A esa época pertenece el mítico Citroën 2CV, un vehículo de formas rompedoras que fue presentado en el Salón de París de 1948 y que ahora cumple 60 años, y decimos cumple, porque todavía hay entusiastas que conservan modelos en perfecto estado e incluso siguen afrontando viajes de miles de kilómetros sin sufrir excesivos problemas.Y es que este automóvil nació como un fiel sirviente y acabó convirtiéndose en un fiel amigo. Un amigo para todo: concebido para las labores del campo, pronto se transformó en coche de policía, de rally, para gente viajera, coche hippie… de todo un poco.
Una leyenda de la practicidad reforzada también por su famosa estabilidad. Su inclinación en las curvas era garantía de antivuelco. Con un motor bicilíndrico y nueve caballos de potencia, el Citröen 2CV tuvo diferentes versiones a partir de una misma base: Dyane, Méhari, Azam, Charleston…y fue un éxito de ventas, tanto, que en los años 50 había que esperar más de cinco años para conseguir uno nuevo.
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