Un día (a) normal .... cuando uno esta en esos días en que no se siente cómodo con la gente, cuando te molesta todo, que desde que te despertás ya te molesta el sonido del despertador a las 7 am. Si, un garrón, pero tenés que seguir, y vas al baño y el piso esta helado, y te dan ganas de quedarte en la cama, y no podés. Llegás al baño y te mirás la cara y te preguntas que haces ahí... te ves la marca de la almohada pegada en el ojo y dudas.... pero tenés que seguir.
Después el destino es la cocina, quien me va a decir que cuando se levanta no va primero la baño y segundo a la cocina, no se a qué, pero es un reflejo pareciera. Ponemos el agua ( té o mate) o la leche, y después recién llegamos al comedor, no se a que mierda, pero llegamos. Unos a trabajar... otros a ver las noticias, otros a esperar que se haga la leche o el agua, otros continúan durmiendo y de todo esto ni se dan cuenta.
Una vez resuelto este paseo por la casa... sacás el auto, te tomás el bondi, agarrás la bici o emprendes la caminata al trabajo, cualquier opción es válida. Esto si tenés la posibilidad de tener trabajo... sino comprás el diario, lees los clasificados y salís a caminar por la ciudad.
Llegás al laburo y te tenés que bancar al jefe, que para variar no pudo dormir en toda la noche porque se la pasó pensando en un problema que había pasado ayer... y que vos tenías la culpa del mismo, u que eras parte del mismo... claro siempre otros... el no. Y así seguís hasta la hora de comer. Viene el delivery, las cuentas, el que se enoja porque comió menos que otro y pagó lo mismo, el "hoy no tengo hambre", que es aquel que esta seco y no tiene para comer o se olvidó la billetera...
La tarde es de la cuenta regresiva para llegar a casa... no pasa más... se suman los nervios, el desgano, la bronca con algún compañero, la complicidad de otros... hasta que tenés que fichar para irte...
Ahí te llegó la sonrisa de nuevo, atrás están las horas de enojos, y te preparás para abrir al puerta de tu casa. Llegás y ves el sillón, o la cama sillón, y decís me tiro un ratito... pero lo pensás de nuevo y decís "si me acuesto no me levanto más"... y vas de nuevo a la cocina, ponés el agua... después vas al baño porque no aguantás más... lo mismo que a la mañana pero al revés.
Mirás el reloj y son las 18 30 o las 19 y pensás... tengo que hacer tantas cosas que en 3 horas que me quedan no puedo... te preparás unos mates y salis como pedo al gimnasio, a algún curso, al centro, o prendés la computadora de nuevo...
A a las 22 te agarró el hambre de nuevo y volvés a la cocina .... comes, después vas al baño, obvio, y te acostás...
y cuando estas tirado en la cama decís... uhyyyyy no doy más, y en ese momento te das cuenta que tu vida paso del baño a la cocina, de la cocina al baño.
Loco, muy buena nota y la verdad que tenes toda l razon..mucha creatividad en tu escritura, te felicito..besos y segui asi que el blogg esta muy lindo
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